Durante los últimos 40 años, la industria porcina danesa ha experimentado una amplia transformación al pasar de pequeñas granjas familiares a grandes explotaciones profesionales.
Aunque la mayoría de las explotaciones porcinas siguen siendo de propiedad familiar, el aumento de la mecanización y la especialización ha llevado a su consolidación en un número menor de grandes explotaciones. Además, en los últimos 20 años los conocimientos y la toma de conciencia sobre los antimicrobianos han aumentado considerablemente. Hace tan sólo dos décadas, los criadores de cerdos daneses utilizaban antimicrobianos para promover el crecimiento. Las nuevas investigaciones y conocimientos han llevado a la prohibición de los agentes antimicrobianos promotores del crecimiento y a orientarse hacia su uso prudente.
En Dinamarca, el uso de agentes antimicrobianos en la industria porcina disminuye cada año, a pesar del aumento de la producción de cerdos. En 2017, la producción danesa superó los 32 millones de cerdos, de los cuales cerca de 18 millones se sacrificaron en Dinamarca, mientras que 14 millones de lechones se exportaron, principalmente a Alemania y Polonia, para su posterior en gorda (DAFC, 2018a).
La exportación de cerdos en crecimiento comenzó en 2004 y la demanda de lechones destetados daneses ha aumentado cada año . La industria porcina desempeña un papel importante en la economía danesa. Más del 90 % de la producción se exporta a más de 120 mercados de todo el mundo, lo que representa más del 19 % del total de los productos alimenticios exportados (DAFC, 2018b). Dada su elevada cuota de exportación, la industria depende del acceso a un gran número de mercados en el mundo. Este es uno de los factores clave para mejorar continuamente los estándares de salud animal e inocuidad alimentaria y mantenerlos elevados.
Durante las últimas tres décadas, la estructura de las explotaciones ha experimentado cambios considerables. La mayoría de las explotaciones solían funcionar como unidades de producción integradas, en las que los cerdos se criaban en la misma unidad desde el nacimiento hasta el sacrificio; las explotaciones actuales tienen estructuras de hatos más especializadas. Sólo un tercio de las explotaciones funcionan actualmente como granjas integradas y el resto de los hatos se dividen en hatos de cerdas y granjas especializadas en destete y engorda.
Esta evolución es el resultado de una estricta legislación ambiental que regula la asignación de animales por hectárea (MEFD-EPA, 2017), y de la necesidad de que los agricultores se especialicen en la producción de cerdas, lechones destetados o cerdos de crecimiento, con el fin de aumentar la eficacia. La industria danesa se basa en una estructura cooperativa, en la que los criadores de cerdos son propietarios de la explotación, la producción, los mataderos y las empresas de elaboración de alimentos. Las cooperativas industriales han permitido a los agricultores daneses construir una estructura integrada que les pertenece y que controlan. Por otra parte, los veterinarios pertenecen a la Asociación Veterinaria Danesa (DVA). La DVA representa no sólo a veterinarios que trabajan en consultorios privados, oficinas públicas y grandes empresas, sino también a estudiantes y veterinarios jubilados.
Tanto las grandes cooperativas de la industria como la DAV representan a sus miembros cuando se examina una nueva legislación con las autoridades. Además, la Administración Danesa de Veterinaria y Alimentación (DVFA) celebra periódicamente reuniones oficiosas ad hoc con las partes interesadas del sector porcino antes mencionadas para debatir los puntos de vista y los problemas relacionados con la salud y el bienestar de los animales y el uso de antimicrobianos en los animales destinados al consumo humano. El Ministerio de Medio Ambiente y Alimentación (MEFD) de Dinamarca gestiona toda la cadena alimentaria, desde la explotación hasta la mesa del consumidor. Esta gestión centralizada facilita el flujo de las iniciativas y las decisiones a través del sistema gubernamental. El Ministerio no realiza ninguna investigación. Sin embargo, además de las investigaciones realizadas por la industria, el Ministerio puede solicitar a los investigadores de las universidades danesas que ayuden a responder a cuestiones científicas que sean pertinentes en el proceso de toma de decisiones. Las universidades reciben una cuota anual para la prestación de este servicio, así como para proyectos de investigación.
Rodeada de agua y con muy pocas fronteras terrestres, Dinamarca se encuentra en una situación única en cuanto al control del material biológico entrante y, por lo tanto, de las enfermedades que afectan a la salud de los cerdos.
El país nunca ha experimentado un brote de peste porcina africana (PPA), diarrea epidémica porcina o gastroenteritis transmisible del cerdo, y ha estado libre de peste porcina clásica (PPC) desde 1933, de fiebre aftosa (FA) desde 1983 y de la enfermedad de Aujeszky desde 1991 (MEFD, 2017a). La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) reconoce que Dinamarca está libre de FA y PPC (OIE, 2018a y 2018b). Dinamarca realiza esfuerzos continuos para prevenir la introducción de enfermedades infecciosas en su territorio; el estricto control industrial del lavado y desinfección de los camiones que transportan animales a través de las fronteras, la importación limitada de animales y las normas de la industria relativas a la cuarentena de las importaciones han mantenido a Dinamarca exenta de estas enfermedades durante muchos años.
Fuente: FAO
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